Los gastos de un arquitecto por tener abierto un despacho:
Por tanto, tenemos
unos gastos básicos de casi 400 euros que
debemos pagar aunque no facturemos NADA y tengamos el despacho en casa e
incluyamos haciendo un poco de trampa los gastos de luz y teléfono en la cuenta
familiar. Porque si abrimos un despacho profesional o una oficina, hay que
pagar también:
Y no digamos si nos
inunda el trabajo y debemos contratar a personal cualificado. Los gastos
mensuales se multiplican por dos o por tres, por no hablar de dispendios
ocasionales o normales como:
Por tanto, ese
arquitecto que muchos piensan que nada en dinero por hacer poco, cada mes tiene
que abonar en el mejor de los casos un básico de 400 euros para mantener su
actividad sin facturar. Teniendo en cuenta que tenemos nuestras obligaciones
con Hacienda y lo que facturamos al cliente en porcentajes considerables va
hacia el Estado (y a veces por duplicado), la realidad de la vida es que para
ganar un total de X euros netos, debemos facturar 2X euros a nuestros clientes. Paso a paso para hacer un presupuesto ¿A dónde quiero ir a
parar? Que para presupuestar no podemos dar precios al tun tun sin reflexionar
antes. ¿Cuánto queremos ganar a la hora? ¿Cuántas horas queremos trabajar al
año? ¿Cuánto tiempo invertimos en realizar tal o tal proyecto (aunque sea de
manera aproximada)? Presupuestar es un
aspecto fascinante de la profesión, pero si en un precio no existe una relación
en la cual tanto cliente como profesional ganan, puede transformarse en un
tormento. Solamente se aprende con la práctica, la pérdida del miedo al “no”
(como en todo en la vida) y con la seguridad y firmeza al hablar. Ejemplo de presupuesto de un proyecto Para terminar, podemos
ilustrar con un ejemplo. Pregunten a un interesado en edificarse una vivienda
cuánto está dispuesto a pagar por los planos de la misma. Supongamos que
contesta “unos 3.000 euros”. Bien. Vamos a ver cómo se reparten los 3.000
euros:
Si consideramos que
tardaremos un mes en tener un proyecto ejecutivo listo de esa unifamiliar,
siendo muy pero que muy optimistas, nos sale que a los 2.479 euros le debemos
restar los 400 preceptivos de mantenimiento de la actividad, con los que nos
quedan 2.079 €. Tenemos el seguro por
obra, que varía según la compañía, pero es otra buena dentellada anual que
encima hay que abonar hasta que expire el periodo decenal. 1000 € al año entre
doce meses, aproximadamente 80€ al mes, siendo de nuevo benevolentes. Nos
quedan dos mil euros, a los cuales, hay que restar consumibles, servicios,
impresión de planos, así que nos quedan 1.800 € por cien horas de trabajo de
despacho y una treintena más de reuniones y visitas. 1.800 € / 130 = 13,8 €
hora. ¿Cuánto queremos ganar a la hora? Juzguen ustedes. Para
mí, está claro que un proyecto de edificación no puede pagarse a ese
precio, sino al doble como mínimo por la responsabilidad que conlleva. Y esto
es lo que debemos hacer entender a los clientes, que una mitad de lo que nos
pagan va por derroteros que no se imaginan y que es el valor añadido de lo que
nosotros podamos aportarles y que otros profesionales no hagan lo que les hará
decantarnos por nosotros. No por ser los más baratos. Para un Aparejador es lo mismo, pero con la décima parte de ingresos, peor aún. Hagamos un esfuerzo entre todos para salvar estas profesiones. |